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Hablar del VESTIDO POPULAR es hablar de épocas pasadas, donde el tiempo parece estancado en unos modos de vida que se  antojan costumbristas y lugareños.

Son señas de identidad que desgraciadamente se van olvidando, dejando un rastro de melancolía colorista; que han perdido toda la gravedad que tuvieron en otros tiempos y cuya funcionalidad ya casi nos resulta irreconocible.
Hablamos de modas que tuvieron simbolismo y una representatividad inconfundible; modas que nacen del siglo XVIII a tenor de las pautas marcadas en estratos altos, y que el pueblo toma para sí haciéndolas tan propias que al final, en muchos casos, cuesta reconocer su origen burgués.

Fijándonos en fechas concretas, hablamos de características nacidas alrededor de 1770, y que comienzan a desaparecer con la transformación económica e industrial de España en la década de 1870, aunque afortunadamente, en muchas de nuestras zonas siguieron en vigor hasta principios del siglo XX, por contra, en otras desaparecieron hasta borrarse de la memoria de los lugareños.

Son ARREOS TRADICIONALES utilizados para ocasiones especiales y en momentos de un marcado orden festivo y ceremonial, como dirían nuestras gentes, para "días que tocan a gordo", "días de dar humo" e incluso "días de comer fideo"; y que como todo lo adoptado por el pueblo, se nos presentan perpetuos y eternos, pero que mezclan modas asombrosamente antiguas con otras de relativa modernidad.

Todos vienen definidos por el gusto popular y tremendamente condicionados por el clima, la orografía, el aislamiento de las diferentes comarcas, el comercio, y de un modo especial "la moda oficial".Son producto de una sociedad rural autosuficiente que utiliza como principales materias, el lino, con el que Burgos se encabeza dentro del mosaico de las provincias españolas, y la lana, omnipresente en todas nuestras comarcas. Ambos resultan materiales básicos en el traje popular, trabajados, hilados, teñidos y tejidos en el marco de la familia.Dentro de este mosaico, BURGOS conforma una excepción importante, ya que la unión de sus comarcas hace de ella un espacio geográfico interesante y complejo, con un marcado carácter y una personalidad propia.De este modo vemos cómo nuestra provincia se convierte en un privilegiado rompecabezas de ecosistemas compuesto por montañas y llanuras, rompiendo con el tópico que señala a CASTILLA como una inmensa planicie. De este compendio de tierras nace una intensa cultura rural que engloba a gentes serranas, ribereñas, montañesas etc... que hacen de nuestro folklore uno de los más ricos dentro del panorama etnográfico español.


Así, y a grandes rasgos, vamos a recorrer la actual provincia, adentrándonos en el complejo mundo de nuestro TRAJE POPULAR (EN ESTE CASO EN MINIATURA)





Aquí os iremos mostrando una pequeña parte de nuestra artesanía. Con los simpáticos muñecos "Nancy y Lucas"   creamos una auténtica réplica  del  traje correspondiente y con todo lujo de detalles.

Allá donde vamos, sorprende la calidad y la minuciosidad con la que realizamos nuestro trabajo.



Todos nuestros trabajos, los realizamos completamente a mano, de manera artesanal y cuidando cada detalle con la  máxima minuciosidad.


Si estáis interesados en alguna de ellas solo nos lo tenéis que hacer llegar, y nos pondremos en contacto con vosotros enseguida.
¡Esperemos que os guste!
Detalle de la enagua

Detalles del trajes serranos masculino y femenino
En proceso del peinado
Medias azules del traje de burgalesa de fiesta
Capa castellana

               

Detalle de zapatos, medias y ligas del traje de media gala del ama de cría (dama de Burgos)

Las trajes son confeccionados con retales sobrantes de los vestidos regionales originales de cada localidad al igual que los demás accesorios como son pendientes, collares, lazos, colonias, ete... por eso podemos decir que nuestras modelos van vestidas con auténticos trajes regionales.