33.- Indumentaria burgalesa: LAS MONTAÑAS DEL NORTE (TRAJES FEMENINOS)



Bajo este nombre se engloban una serie de tierras que en la actualidad pertenecen principalmente a las provincias de Burgos y Santander.
Fueron y son habitadas por gentes llamadas pasiegos y, aunque su peculiar modo de vida se reduce en nuestra provincia a la comarca de Las Machorras, sus indumentos se extienden por todo el norte de las Merindades, principalmente por la Merindad de Castilla La Vieja, La Merindad de Montija, La Merindad de Sotoscueva y la Merindad de Valdeporres.
El pintoresquismo de sus atuendos viene marcado en la mujer por el uso del cuévano, especie de cesto fabricado con varillas de avellano y primorosamente vestido con mantillas, denominadas bengalas y mantíos. En su interior portan al chicuzu, perfectamente protegido sobre un jergoncillo de paja de maíz. Cargadas con él van a todas partes, inclusive a la misa del domingo, aludiendo que sin tan peculiar carga no sabrían andar, ni sacar gusto a las caminatas.












La pasiega porta en su atuendo chaquetilla escotada luciendo sobre la camisa de cabezón un petero “colorao”. La saya, en este caso completamente plegada, al igual que el delantal, se confeccionan en fino paño sedán; a la cabeza, pañuelo de seda a la cofia.

Ambos indumentos se hallan adornados con multitud de monedas de plata denominadas tarines, que se engarzan tanto en los herrajes de las botonaduras como en los abigarrados aderezos de la cabañera.

Calzan escarpines de paño y escotadas chataras, de indudable sabor pasiego

Las características principales del vestido femenino de la zona norte de la provincia son las siguientes:
Cabeza: Moño de picaporte o rodete , con pañuelo anudado sobre la cabeza.
Tronco: Camisa bordada en tirilla, pecho y puños.
 Justillo con tirantes, atado con cordones, a juego con la falda
 Jubón con solapas y puños de color, puede ir cerrado con broche metálico, o con botones metálicos colgantes a cada lado del   pecho .
Caderas: Falda prioritariamente encarnada, pero también puede ser de otros colores, con no más de tres tiranas negras.           
Delantal negro o del color de la falda, largo, llegando casi al borde de la saya, y adornado con terciopelo, azabache o abalorios, o simplemte bordado.
Piernas: Medias blancas, con abarcas, zapatos, alpargatas o almadreñas negras.
Aderezos:Collares y pendientes de coral
Prenda de abrigo: Mantón
Para la gala y también como prenda de abrigo se usa el capillo pasiego, antiguo tocado que posee una curiosa “crista” que se encaja en el cogote de la portadora.

Pueden llevar en la espalda un cunacho vertical forrado de rojo (cueváno)







32.- Indumentaria burgalesa: TRAJE FEMENINO DE BUNIEL


A lo largo de los siglos XVII y XVIII los habitantes de Buniel establecen de forma inconsciente la vestimenta que actualmente es conocida como traje regional o folclórico del municipio.

Esa manera de vestir queda reflejada por mediación de Don Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811), gran jurisconsulta, estadista y polígrafo.polígrafo. Buniel ha tenido la suerte de ser uno de esos lugares en los que se fijó la pluma de este reconocido escritor, quedando grabado el vestir de nuestros antepasados, así como el de otros tantos pueblos de España, en nuestro caso así lo dejó escrito en uno de sus diarios de sus viajes a su paso y hospedaje en Buniel.



"Usan las mujeres casadas unas tocas que se componen de un casquete de cartón de un medio palmo de diámetro, forrado en bayeta encarnada, al canto de un siñón (moño) de lana negra que forma como un turbante de un palmo de diámetro;  este se viste con una pieza de beatilla de ocho a nueve cuartos de largo; se comienza a rodear por la izquierda, cayendo a parte de afuera del moño como unos cuatro dedos y se va desprendiendo alrededor del casquete con alfileres. 
Cubierto todo, la tela que le ha rodeado se coge por la parte interior en pliegues muy menudos, que vienen a parar al centro del casquete; la tela que queda se coge a lo largo de pliegues también menudos, como diez o doce, que también van cogidos y el resto de la tela, que será como media vara, forma un cuadrilongo que se colocas en triángulo al centro del casquete con una alfiler gordo, regular y a los dos lados del casquetes con dos alfileres de plata, de cabezas muy gruesas afiligranadas de la que van pendiente una cinta de terciopelo negro de una tercia; la punta larga restante de la beatilla cae por detrás de la cintura"

No se conocen con este nombre otros tocados parecidos, aun cuando ya anunciaba Jovellanos en 1808 que empezaban a dejarse de usar.

Cabeza:    Moño de rodete bajo, y toca  (descrita anteriormente)
Tronco:    Camisa burgalesa de lino; Jubón bastante escotado. Casaqueta con varios pliegues, cruzada en la cintura por delante, tipo dengue.
Cadera:    Falda cerrada de sayal marrón oscuro con dos grandes alforzas (lorzas) horizontales.
Delantal:  Largo y amplio, de color indiferente, pero generalmente oscuro de sarga ordinaria.
Piernas:   Medias blancas o preferentemente rojas, con zapato negro de carrete.
Aderezos:  De coral tanto collares como pendientes.