69.- SEMANA SANTA: COFRADE DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD Y DE SANTIAGO

La cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y de Santiago, pertenece a la Parroquia de Santa Águeda y Santiago y fue fundada en  1944.
Vestuario: Túnica y capirote negros. Capa granate y cíngulo del mismo color















El hábito que portan los hermanos cofrades es el de los “caballeros de Santiago” patrón de la cofradía, siendo también su cruz la insignia de la misma.
             
  • Amplia túnica negra, de mangas acampanadas con forro de terciopelo rojo en las vueltas, sujeta por la cintura con un cíngulo rojo de seda terminado en borlas, en el lado izquierdo de la túnica a la altura del pecho llevara en paño o terciopelo la Cruz de Santiago.
  • Capa de raso rojo-sangre de la misma largura que la túnica.
  • Capirote de satén negro con caídas sobre el pecho y espalda en forma redonda por ésta y en punta por delante, donde llevara la Cruz de Santiago.
  • Deberá llevarse zapato bajo negro y guantes finos negros.
  • La insignia de la Cofradía es la Cruz de Santiago en esmalte rojo pendiente de un cordón del mismo color, rodeando el cuello, quedando sobre el pecho.
  • Para las procesiones en las cuales la cofradía sale a la calle, el cofrade porta un hachón, siendo el primero que se usó de vela de cuatro pábilos.


HISTORIA DE LA COFRADIA

La ciudad de Burgos debido a su floreciente comercio y situación estratégica, experimentó un importante auge en el siglo XVI, momento en el que comienzan a aparecer las “Freirías” o cofradías, que en un principio se hallaban alumbradas por gremios. Estas cofradías tenían en la mayoría de los casos una función asistencial que las movía a participar activamente en la vida religiosa y cultural del momento. En este siglo XVI encontramos en Burgos como hermandad de penitencia y siendo una de las mas fuertes de la ciudad, a la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad, que también estaba bajo la advocación de La Muerte. Su función asistencial era la de asistir a todas las procesiones y entierros donde sus cofrades eran llamados; costumbre esta, citada como inmemorial por lo que su fundación podría tener su origen en la Edad Media, dato curioso, ya que en esa época y como mas antigua aparece en la mayoría de las poblaciones la cofradía de la Veracruz, que bien pudo ser origen de la posterior Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y de la Muerte.
En esa época la sede de esta cofradía se encontraba en el convento de la Trinidad, mas tarde Colegio Menor del Pilar, en la calle San Francisco, que aún conserva la portada de la iglesia y algún otro elemento de lo que fue conjunto monacal. Desde allí salía uno de los desfiles procesionales mas grandes de los organizados en la ciudad, era la noche del Viernes Santo y se trataba de una procesión de disciplina. La imagen que centraba el acto era una Virgen a los pies de una Cruz negra con sudario pendiente, la cual era portada en alto delante de todos los cofrades. Curiosamente los frailes del convento formaban en la procesión. No volvemos a tener noticias de la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad hasta el siglo XVIII, en ese momento su sede está en el convento de Nuestra Señora de las Mercedes, posteriormente colegio de Jesuitas y actualmente complejo hotelero, aunque no sabemos si se trata de la misma ya que no lleva la advocación de la Muerte, pudiendo ser una refundación. Mas tarde con la desamortización se requisaron todos los bienes a las cofradías, siendo además, el XVIII, el siglo de la decadencia de las mismas. Por esto, desaparecieron muchas imágenes de devoción y otras cambiaron de emplazamiento o fueron vendidas por poco dinero. Fue casi a finales del siglo XIX cuando aparecen, en la iglesia de San Cosme y San Damián, un Santo Sepulcro y una Soledad, que eran propiedad de la Hermandad del Santo Calvario fundada a mediados de dicho siglo. Podemos considerar a esta Hermandad el último resquicio de nuestra Semana Santa. Aun siendo la ultima hermandad penitencial, su procesión parece que no era del todo digna, llegando incluso a confundirse en ella símbolos mas propios de otras fechas, como Ángeles que nada tenían que ver con la Pasión, así como otro tipo de vestimentas que debían causar burla a su paso. Es por esto que un grupo de burgaleses intenta reorganizar la Semana Santa, a lo que se opuso la Hermandad del Santo Calvario, pero no fue obstáculo para seguir adelante con el proyecto, tanto es así que el 21 de abril de 1901 se constituyó la Junta Reorganizadora del Santo Entierro y casi un año después, el 28 de marzo de 1902, día de Viernes Santo salió la procesión del Santo Entierro de la catedral burgalesa; esta procesión se componía de cuatro imágenes, una de las cuales era La Virgen de la Soledad; pero esta imagen no era la actual, sino la que guardaba la Hermandad del Santo Calvario en la parroquia de San Cosme y San Damián. Ese mismo año se está en tratos con la casa barcelonesa del tallista Ildefonso Serra para la construcción de una nueva imagen de La Soledad y otra del Santo Sepulcro y aunque no sabemos la fecha de su conclusión, si tenemos la certeza de que en 1905 ya salió en la procesión del Santo Entierro.
Han sido varias las imágenes de la Soledad que se han venerado y procesionado en Burgos a lo largo de los siglos; la actual es de principios del siglo XX y aunque no sabemos con exactitud en que fecha fue entregada por el imaginero Ildefonso Serra, si que sabemos que en el año 1905 salió por primera vez en procesión por las calles de nuestra ciudad. La talla fue costeada y donada, al igual que otras de nuestra Semana Santa, por la familia Ortega, familia que colaboró de gran manera al resurgimiento de las actuales procesiones. Como el resto de las imágenes, perteneció a la Hermandad del Calvario y Santo Entierro, que nació de la fusión de la Junta Reorganizadora del Santo Entierro y la Hermandad del Santo Calvario. Esta hermandad tenia su sede en la capilla-parroquia de Santiago en la Catedral. En dicha capilla se mando construir en 1903 un retablo, obra del burgalés Saturnino López, en el que se colocaría la imagen de la Soledad que junto al Santo Sepulcro, eran el eje principal de las celebraciones de la Pasión en la Catedral. El 11 de febrero de 1934 y estando en el retablo, unas velas prenden el vestido de la Virgen y sufre considerables destrozos, siendo restaurada por el imaginero local Eulogio Valladolid, esta restauración consistió en la consolidación de ambas piernas y la peana que fue dorada de nuevo, así mismo hubo que realizar el tallado de tres dedos de la mano izquierda y uno de la derecha y reforzar el resto interiormente; también hubo que retocar y retallar la nariz, el labio superior e inferior, el párpado y ceja del ojo izquierdo y por último aparejo y nueva policromía, la corona de espinas que porta en sus manos también hubo que hacerla nueva en aquel momento. La imagen por tanto experimentó una completa transformación. Durante esa época, las imágenes siguen perteneciendo a la Hermandad del Calvario y Santo Entierro que todos los años hace un llamamiento para que todo el que quiera ser costalero se dirija el Viernes Santo a la Catedral. Mas tarde, la Hermandad, encarga a las parroquias el adorno y procesión de las diferentes imágenes. En un principio la parroquia de San Gil fue la encargada de vestir y procesionar la imagen de La Soledad hasta que en 1944 la Hermanad del Calvario y Santo Entierro decide repartirlas a las parroquias, yendo a parar la imagen de La Soledad a la parroquia de Santa Águeda, a petición de la familia Ortega, donde se funda la actual Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, aunque la talla sigue perteneciendo simbólicamente a San Gil hasta que en 1949 se cumple la cláusula impuesta por el Cabildo, por la cual la imagen de La Soledad dejará de pertenecer a dicha parroquia cuando la imagen que guardan en la misma, la de la Virgen de los Dolores, forme parte de la procesión del Santo Entierro. En el año 1992 se llevó a cabo la última reforma en la imagen, que consistió en una nueva policromía para toda la talla, ya que la imagen se encontraba muy deteriorada por las diferentes capas de barniz y por el paso del tiempo. La restauración fue llevada a cabo por Florentino Lomillo, que realizó su trabajo de forma desinteresada.

El paso de la imagen de la Virgen de la Soledad, es de Idelfonso Serra (1903-1905)De mirada dulce, eleva sus ojos al cielo mientras aprieta contra su pecho la corona de espinas

LOS VESTIDOS DE LA VIRGEN

A lo largo de la historia la imagen ha poseído distintos vestidos, confeccionados con tejidos ricos como seda y terciopelo pero es el conjunto que se le coloca para Semana Santa el que más interés despierta, y el que más valor posee.
Se comenzó a confeccionar a principios del siglo XX, y en su primera fase ya está acabado en 1905, con los bordados que aún vemos en el mismo.
En 1947, se compra la tela para su ampliación, (que ya por entonces importó 10.000 pesetas), y dos años después se completa el bordado antiguo por las religiosas Adoratrices que cobraron por su trabajo 5.000 pesetas.
En 1950 es rematado por las hermanas Salesas, labor realizada por dos monjas que trabajaran mano a mano en una habitación del convento acondicionada para tal fin.
El vestido se completa también por las Salesas en 1952, acoplando la toca y mantilla que luce con el mismo.
También, y de mediados del siglo XX, posee otro conjunto finamente trabajado en abalorio y azabache negro, con resaltes de hilo dorado.
En el 2011 es donado por una feligresa devota de esta Virgen otro vestido bordado en plata dorada confeccionado por el taller malagueño de Salvador Urdiales, con estética barroca andaluza, cuyo coste superó los 200.000 euros.
La talla de la soledad estrenó este manto el Viernes Santo  18 de abril de 2013.

INDULTO

 Existe en toda España la costumbre de indultar a un reo en estas fechas de Semana Santa, lo que muchos ignoran es que esta piadosa costumbre de nuestros reyes y posteriormente de las instituciones judiciales, fue creada aquí en Burgos por Juan II de Castilla, el Padre de Isabel la Católica, por una ley suya del año 1447, que dio en llamarse “El perdón del Viernes Santo de la Cruz”.
De este modo, y recogiendo tan antigua tradición, todos los años la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad solicita la medida de gracia para un reo de la provincia de Burgos, al que se pueda aplicar los requisitos de un indulto ordinario, es decir, que cumpla condena en la actualidad y que concurran razones de justicia, equidad o utilidad pública, así mismo la cofradía se somete a los mismos requerimientos legales y prácticos, que cualquier otra petición de indulto, obligados por el Ministerio de Justicia.

De ser concedido es leído la tarde del Sábado Santo en el Arco de Santa María, como sede del antiguo concejo y desde donde se impartía la justicia de la ciudad.
En el indulto hay un informe preceptivo tanto de fiscalía como de la cárcel. Por eso es importante que sea la propia prisión la que dé los posibles candidatos, ya que van a ofrecer los que tienen el informe más favorable. «Entre los candidatos que  ofrece la cárcel para concederle el indulto la Cofradía elige a uno y le somete a una serie de preguntas para ver si es apto». La concesión compete al Rey, a propuesta del ministro de Justicia, previa deliberación del Consejo de Ministros y se acuerda mediante Real Decreto, que deberá publicarse en el Boletín Oficial del Estado. 
El indulto no siempre se concede; de hecho algún año  el Consejo de Ministros lo deniega, sin decir  el motivo de porqué o deniegan, por eso hay que procurar que cumplan al máximo el perfil para que lo concedan. 
Durante la procesión el recluso, que ya está en libertad, se traslada vestido de cofrade, con el capirote, la capa roja y el hábito negro, al Arco de Santa María. Ahí se queda esperando y cuando pasa la Virgen de la Soledad el Hermano Mayor da tres aldabonazos en la puerta. El preso liberado abre y se da un abrazo con el Hermano Mayor y con el abad de la compañía. Posteriormente se incorpora a las filas y se dirige hasta la iglesia de Santa Águeda en procesión. Allí se mete dentro y se quita el capirote y el hábito, para después mezclarse con el resto de personas, respetándose así su identidad en todo momento.
Texto del indulto que se lee en el Arco Santamaría

POR TRADICION INMEMORIAL…

FUNDADA EN LA CIUDAD DE BURGOS POR DON JUAN II DE CASTILLA, SEGÚN PRAGMÁTICA FIRMADA EN EL AÑO DE 1447, Y DADA EN LLAMAR “EL PERDON DEL VIERNES SANTO DE LA CRUZ”,

Y REFRENDADA POR DON CARLOS I, EN EL AÑO DE 1527, EN EL MONASTERIO DE NUESTRA SEÑORA DE FRESDELVAL

Y BAJO ESTA PUERTA DEDICADA A LA MEMORIA DE LA GLORIOSA MADRE DE NUESTRO SEÑOR, DESDE DONDE SE IMPARTIO LA JUSTICIA EN ESTA CIUDAD DE BURGOS

LA COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD Y DE SANTIAGO, HA TENIDO A BIEN SOLICITAR EL INDULTO DE UN REO,

SIGUIENDO CON LA FUNCION ASISTENCIAL QUE SIEMPRE LA CARACTERIZÓ DESDE EL SIGLO XVI, FUNCION PRIMORDIAL EN LA ASISTENCIA AL HERMANO Y LA FRATERNIDAD QUE CONLLEVA LA PERTENECIA A LA HERMANDAD,

QUE SEA PARA BIEN DE LA SOCIEDAD,

QUE NOS HAGA RECAPACITAR EN EL AMOR QUE DIOS NOS TIENE, Y QUE NOS TRANSMITIO DESDE LA REDENCION QUE EL MISMO NOS HIZO DESDE LA CRUZ

QUE MARIA SANTÍSIMA, EN EL GRAN MISTERIO DE SU SOLEDAD, NOS ACOJA EN SU SENO, Y LLEVE NUESTRA PLEGARIA HASTA SU HIJO, COMO AGRADECIMIENTO DEL BIEN QUE HA TENIDO A NOS CONCEDER…


IGLESIA DE SANTA GADEA Ó SANTA ÁGUEDA

La iglesia de SANTA GADEA o SANTA ÁGUEDA como también se conoce, debe su fama a un suceso histórico. El juramento hecho por Alfonso VI ante el Cid Campeador de no haber participado en el asesinato de su hermano don Sancho, rey de castilla. El juramento se hizo en esta pequeña iglesia ya que a Santa Gadea se encomendaba de un modo especial la fidelidad de los juramentos. El rito consistía en repetir una fórmula sacramental tocando con la mano algún objeto sagrado que, en el caso de Burgos, era el cerrojo.


La antigua pieza se retiro en el año 1500 y, actualmente, recuerda la tradición otro cerrojo de reciente factura, realizado por Ángel Cuevas.
El juramento de Santa Gadea se rememora también en el interior del templo. Lo hace, por ejemplo, en una vidriera recientemente restaurada que adorna una original capilla situada a la derecha del ábside.La capilla fue costeada por D. Hernando de Escalada, cuyo escudo adorna uno de los laterales. Junto a él, la Virgen de la Soledad, una imagen conocida sobradamente por los burgaleses que cada año asisten a las procesiones de Semana Santa.El resto del templo es extremadamente sencillo, lo que le confiere una belleza especial. Se observan diferentes etapas constructivas, la del gótico del siglo XIV de algunas de sus bóvedas, la del XV de la del ábside y la del XVII del arco del coro.Pero la obra maestra de Santa Águeda es el baptisterio. Una posible obra de Juan de Vallejo, autor del cimborrio de la catedral.En él fue bautizado el Hermano Rafael, monje trapense beatificado en 1992. Su imagen la encontramos frente al baptisterio, en una vidriera recientemente construida.Salpican las paredes del templo, obras de gran categoría artística. Entre ellas, la Coronación de la Virgen, de estilo barroco, restaurada hace unos años, y el cuadro atribuido al maestro Cerezo que representa a San Juan de Sahagún dando limosna a los pobres.

Fuentes:   Jorge Villalmazo
               Diario de Burgos
                El correo de Burgos
               Semana Santa burgalesa
               Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y de Santiago

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